Situaciones de la vida cotidiana que espero hagan pensar y reflexionar. Nace así CUENTOS DE MARIE.
lunes, 28 de febrero de 2011
Como dos gotas de agua
No te ha pasado que en algún momento de tu vida, que alguien viene y te dice:
Igualita a tu mamá.
Te vas al espejo, te miras detenidamente buscando que hay da parecido entre las dos, es obvio que en algo te debes parecer, es tu mamá.
Pasan los años y entendí la palabra.
Igual de jodida, igual de pesada, igual en todo, osea mamá dos, vivo retrato.
Mismo carácter, mismo genio, todo igual y si me apuran mismos tics.
Vivo retrato, verdad...
Lo cierto es que, a veces, uno mismo se sorprende y termina escuchando la voz de su mamá en la propia.
Aunque siempre me repetía:
¡No seré como mi mamá!
Pero al final, terminamos viéndonos y haciendo lo mismo que mamá.
Hoy veo a mis hijas y me ilusiona verlas crecer, de cuando en cuando doy una mirada y me veo a mi misma reflejada en ellas con su edad y me pregunto:
¿Cómo nos podemos parecer tanto? ¿Terminarán pareciéndose a mí?
Espero que sí, en lo bueno, en lo mejor de mí.
Son nuestros otros yo. Es como si la vida nos diera otra nueva oportunidad de existir y en verdad que es una nueva oportunidad de vida, la prolongación de tu propio yo, tu legado, tu especie en este nuestro gran mundo.
Y seguirá dando vueltas por la vida esa frase simpática de siempre:
"Igual a tu Mamá"
“Bravo por ello”
Amo a mi mamá y mi mamá me ama. Sólo espero que mis hijas me amen igual, con pasión.