No te ha pasado que en algún momento de tu vida, que alguien viene y te dice:
Igualita a tu mamá.
Te vas al espejo, te miras detenidamente buscando que hay da parecido entre las dos, es obvio que en algo te debes parecer, es tu mamá.
Pasan los años y entendí la palabra.
Igual de jodida, igual de pesada, igual en todo, osea mamá dos, vivo retrato.
Mismo carácter, mismo genio, todo igual y si me apuran mismos tics.
Vivo retrato, verdad...
Lo cierto es que, a veces, uno mismo se sorprende y termina escuchando la voz de su mamá en la propia.
Aunque siempre me repetía:
¡No seré como mi mamá!
Pero al final, terminamos viéndonos y haciendo lo mismo que mamá.
Hoy veo a mis hijas y me ilusiona verlas crecer, de cuando en cuando doy una mirada y me veo a mi misma reflejada en ellas con su edad y me pregunto:
¿Cómo nos podemos parecer tanto? ¿Terminarán pareciéndose a mí?
Espero que sí, en lo bueno, en lo mejor de mí.
Son nuestros otros yo. Es como si la vida nos diera otra nueva oportunidad de existir y en verdad que es una nueva oportunidad de vida, la prolongación de tu propio yo, tu legado, tu especie en este nuestro gran mundo.
Y seguirá dando vueltas por la vida esa frase simpática de siempre:
"Igual a tu Mamá"
“Bravo por ello”
Amo a mi mamá y mi mamá me ama. Sólo espero que mis hijas me amen igual, con pasión.
Todos nos preguntamos cuál es la respuesta más idónea para este sentimiento. Muchos decimos que el amor es un sentimiento que nace en el corazón, pobre de nuestro corazoncito cuando lo rompen o lo maltratan tanto. Otros dicen que es un sentimiento creado por nuestra mente para satisfacer la relación con otro ser de compromiso, de lealtad y sobre todo de posesión.
El amor tiene muchos significados, muchas respuestas, algunos dicen sentir mariposas revoloteando en sus grandes y pequeños estómagos, también es un sentimiento que perturba el existir llenándolo de cosas maravillosas como de cosas realmente tristes cuando termina.
El amor es un concepto universal de afinidad, sí, afinidad de un ser con otro ser, tú me gustas, yo te gusto y así empieza todo. Los religiosos, filósofos o los científicos, lo relacionan con un sentimiento parecido al apego y del cual resultan sentimientos cargados de emociones, actitudes, experiencias.
Las emociones relacionadas al amor pueden resultar verdaderamente poderosas y difíciles de definir, estás emociones se hacen cada vez más fuertes haciendo que el ser humano caiga rendido hacia otro ser.
Hay que resaltar que hay amores sanos, buenos, que nos hacen crecer, volar y amarnos a nosotros mismos elevando nuestra autoestima para seguir en el camino, pero, hay amores que matan, maltratan, ofenden, que no sirven, haciendo que la persona se sienta disminuida ante el otro.
Como dice un refrán:
«Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad» lo dice Gottfried Leibniz.
Hay muchas formas de amar:
• El amor incondicional: el que no espera recibir nada a cambio, como por ejemplo el de la madre al hijo, el amor espiritual.
• El amor filial: es el que se siente entre padres a hijos por una cuestión de filiación, que no muchos llegan a sentir.
• Amor autopersonal: es el amor propio, el amor que uno siente por su propia persona
• Amor fraternal: es el amor que se profesa entre hermanos, amigos, realmente es un sentimiento que nace de la gratitud y puede extenderse hacia otras personas.
• Amor Platónico: el que nunca llegará a ser.
• Amor romántico y muchos más.
Y estas son pocas, hay muchas más clasificaciones del amor.
Yo realmente creo que el amor es más que todo esto, es química, es la fusión de dos seres que se sienten atraídos el uno del otro, que se admiran y se respetan, que se aman a sí mismos y por amarse ellos pueden dar amor a esa otra persona en la que la chispa se encendió, puede ser de otro sexo, de su mismo sexo, de su misma raza o de otra, en el amor no hay colores ni condiciones, no hay credos ni sexos, el amor es un sentimiento realmente impresionante que estremece hasta al más diminuto mortal.
Si conocemos todo lo que representa este sentimiento, sabremos la esencia que representa en cada ser y sabremos los condimentos necesarios que necesitamos para producir en nuestra alma este sentimiento profundo, donde dos seres se unirán para bien, construyendo una vida juntos.
¿Nos atreveremos a sentir ese amor profundo?
Hay personas que tienen miedo a sentir, tienen miedo a vivir, porque nunca sintieron ese amor que estremece todas sus neuronas, todas sus entrañas, todo su cuerpo.
Tus ojos miran, tu mente funciona y dice sí o no, no hay presiones. La química funciona si o si.
Dichosos los que aman, los que disfrutan de la vida amando a los demás.
Feliz día del amor, feliz día de la amistad, feliz día de las mariposas en el estómago y si tienes que decidir, decídete ya. Se feliz sin limitaciones y ama con todas las fuerzas de tu corazón, de tu ser, de tu alma.
Yo amo la vida, amo a mi esposo aunque por momentos nos queramos fulminar, pero eso es el amor, tiene sus cosas lindas y sus momentos tontos, para eso está la química, para tratar de encontrar la fórmula perfecta en el amor y solucionar las dificultades.
Amo a mis hijos que son mi más grande expresión del amor, amo a mis padres, a mis hermanas, ¿qué más puedo pedir? Decídete a ser feliz, decídete a amar.
Yo Pensaba, que la vida estaba llena de cosas fantásticas, pero al salir de mi humilde cascarón me di cuenta que estaba llena de zarigüeyas, zorros, ratas como también de ángeles que te engríen y ayudan.
Miro hacia atrás, aquello era perfecto, había miedos que no sabía cómo llevar, miedos comunes de la niñez, el escondite de nuestros monstruos debajo de la cama. Ahora me veo distinta, sin problemas, todo es más fácil, bueno, esa es mi premisa para seguir mi vida sin tensiones ni preocupaciones, pero los miedos aún siguen ocultos.
Mis pequeños, son unos de mis grandes miedos. Uno de ellos, el daño que alguien les pueda causar, se ve tanta porquería que de pronto uno desea ponerlos en una burbuja de cristal.
Los miedos siempre nos siguen a través de toda nuestra existencia, miedo al qué dirán, miedo al fracasar, miedo a perder lo que más amas, los miedos rondan mi mente, rondan nuestras mentes. Si estuviera sola, volaría en parapente a ver Lima desde lo alto del cielo, disfrutando del viento acariciando mis pensamientos, pero no lo estoy, mis tres hijos son mi pasión. Hace unos días nos fuimos a Ica, Paracas, nos armamos de valor, llevarlos y sentir la naturaleza en todo su esplendor. Una cosa es ver el mar y los lobos marinos en el National Geographyc y otra cosa es verlo, sentirlo, tocarlo, olerlo, escuchar los canticos de los recién nacidos, al lado de sus madres amamantándolos en la isla de los bebés. Para mis tres niños fue una gran aventura, una que nunca olvidaran y para mí comenzar a quitarme los miedos. Mi Danielle, gritaba de emoción al ver los lobos marinos, las aves y el mar verde profundo, Mi Piero, no sabía qué hacer, quería nadar junto a ellos y sentirse un pez, fotos y más fotos con su móvil. Mi Catherine, soñaba con ellos y al verse en alta mar no sabía si estaba soñando o era realidad, mis hijos, mi esposo y yo en la lancha rápida disfrutando de una infinidad de imágenes que quedarán en cada una de sus mentes frescas de saber y conocer más de nuestro bello país.
Los miedos, será siempre eso un sentimiento intenso de terror, caracterizado por ser algo provocado por algo que desconocemos, que tenemos temor de averiguar, por ello los miedos son todos los mismos, todos los compartimos y desearíamos no sentirlos más en nuestras vidas.
Los miedos son tuyos, son míos, sólo libérate de ellos y sigue tu camino.
