martes, 28 de febrero de 2012

LOS CUENTOS DE MARIE: Reflexionemos sobre el terrorismo.

Hoy en día, debemos hacer una profunda reflexión sobre el terrorismo en nuestra patria, las causas y los estragos que atemorizaron en la década de los 80 y 90, para los que vivimos y sentimos en aquella época, no nos puede ser indiferente. Para no confundirnos, el terrorismo aparece o nace en nuestra patria a mediados de los 60. El surgimiento de este tipo de movimientos se debe a que los grupos de sociedades se sienten sometidas, produciéndose en ellos la insatisfacción hacia el modelo económico que se está llevando, producto también de la falta de llegada del gobierno a sectores menos favorecidos con las industrias, los comercios, la tecnología y la educación.

Todo ser humano tiene derecho a desarrollarse como dice nuestra constitución, tiene derecho a decir lo que siente y piensa, de estudiar y forjarse un futuro mejor, pero… no tenemos derecho a quitarle la vida a otro ser, para que, producto de ello, seamos escuchados.
No podemos olvidar las tardes angustiosas al ver que un ser querido no llegaba casa, las noches negras por bombas puestas en las torres de alta tensión, los ruidos estruendosos de los grupos electrónicos, por aquello, que ellos creían justo hacer, que sus voces fueran escuchadas.

No podemos olvidar aquellas noches de miedo y pánico, mientras inocentemente entrabas a escuchar tu clase en la universidad y por cosas del destino, ella era tomada por algún grupo guerrillero, salir arrastrándote para que ninguna bala te llegara al cuerpo, tragarte el miedo y ver por tu vida sin mirar atrás. No es posible quitar esa imagen de nuestros cerebros.
No podemos olvidar a decenas de personas que han desaparecido, que han muerto en batalla, por darle punto final a la guerra terrorista, a una guerra mal sana. Muchos muertos, muchos heridos, muchos miedos, muchas familias destrozadas.

No podemos olvidar a la señora María Elena Moyano, que en 1992 fue asesinada en Lima, por un comando de aniquilamiento del grupo terrorista Sendero Luminoso, ella se alzó contra el terror de este grupo, por la lucha contra la pobreza y por la defensa de los derechos humanos, defensora de los derechos de la mujer, defensora de su Villa El Salvador, para que tuvieran agua, luz, escuelas, etc., fuera diferente. ¡Quién los entiende! Si luchaban por el pueblo… ¿Por qué asesinarla? Si daba todo a su pueblo querido, se ensañaron con ella, con una mujer con garra y empuje, al punto de hacer desaparecer su cuerpo destrozándolo por completo.

No señores, no podemos olvidar el daño moral que produjo el terrorismo en nuestro país, no podemos olvidar, los coches bombas, las cartas bombas, los paquetes bombas, las mochilas bombas.
No podemos olvidar todos aquellos actos de violencias cometidos por aquellos grupos terroristas, con su forma de pensar, incitaron a otros a matar y cometer actos vandálicos contra otros seres humanos, por su forma de sentir, de pensar, de creer.

¿Sería lo correcto? No…no creo, no fue lo correcto. Ensañarse de esa manera con grupos sociales que menos culpa tuvieron, miles de campesinos muertos y desaparecidos por sus actos. ¿Cuánto cuesta la vida humana? No puedo decirlo, no tiene precio, es invalorable, si pudiera, tendríamos un control de barras en la nuca, no podemos odiar a las personas que con esfuerzo han hecho que sus vidas sean más llevaderas, no podemos vivir con odios ni rencores.
¿Cuánto cuesta un arma? Esto sí tiene un costo demostrable ¿cuánto más daño debemos soportar?
No debemos de olvidar nunca a los muertos de Uchuraccay , (1983) un caso que aún duele, senderistas y militares tuvieron culpa, demostrado.
El atentado en Tarata en 1993 y muchos más que no quiero ni deseo recordar, pero estarán en la memoria de cada uno de nosotros, los peruanos.

Deseamos justicia para todos. Somos un pueblo con historia y pasado glorioso, un país lleno de riquezas. ¡No le demos la espalda!
"En el Perú, los terroristas de los dos bandos revolucionarios mataron aproximadamente 25000 inocentes, y causaron pérdidas al país por 20 mil millones de dólares. Nos atrevemos a hacer un listado de víctimas por categorías y las justificaciones de los asesinos para su acción:
• Policías en servicio, para robarles sus armas.
• Alcaldes, regidores y autoridades locales de ciudades, pueblos, etc. porque representaban la presencia del estado.
• Asesinatos selectivos, personalidades del gobierno, oficiales de alta graduación, personajes de la alta sociedad (después de secuestrarlos, torturarlos y cobrar rescate por ellos), con gran despliegue de medios. Marketing que le dicen.
• Profesores y estudiantes universitarios que se oponían al copamiento de los cargos dirigenciales estudiantiles por dirigentes terroristas.
• Sindicalistas por la misma razón.
• Dirigentes populares en barrios pobres de Lima y otras ciudades, por oponerse a los líderes terroristas.
• Militares y policías destacados en la zona de emergencia, y sus familias.
• Ingenieros nacionales y extranjeros, cuando viajaban a trabajar a zonas alejadas, porque representaban el falso progreso del "viejo estado fascista y corporativo".
• Ecologistas, nunca supimos por qué.
• Mineros, empresarios mineros e ingenieros de minas, con el fin de robarles dinamita.
• Campesinos indefensos, acusados de colaborar con las fuerzas del orden, porque rechazaban la ideología maoista, o porque se negaban a mantener la economía de subsistencia a la que los terroristas los obligaban, en su afán de estrangular a las ciudades o "cercar las ciudades desde el campo" como rezaba el manual maoísta.
• Homosexuales, prostitutas y delincuentes menores de los pueblos tomados, para aparentar la imagen de moralistas y tratar de ganarse a la población, cosa que nunca lograron.
• Terroristas del bando opuesto. Realmente se odiaban entre ellos. Por si no los recuerdan los dos bandos eran Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru.

No más terrorismo, no más miedos.

Reflexionemos sobre el terrorismo.



Hoy en día, debemos hacer una profunda reflexión sobre el terrorismo en nuestra patria, las causas y los estragos que atemorizaron en la década de los 80 y 90, para los que vivimos y sentimos en aquella época, no nos puede ser indiferente. Para no confundirnos, el terrorismo aparece o nace en nuestra patria a mediados de los 60. El surgimiento de este tipo de movimientos se debe a que los grupos de sociedades se sienten sometidas, produciéndose en ellos la insatisfacción hacia el modelo económico que se está llevando, producto también de la falta de llegada del gobierno a sectores menos favorecidos con las industrias, los comercios, la tecnología y la educación.
Todo ser humano tiene derecho a desarrollarse como dice nuestra constitución, tiene derecho a decir lo que siente y piensa, de estudiar y forjarse un futuro mejor, pero… no tenemos derecho a quitarle la vida a otro ser, para que, producto de ello, seamos escuchados.
No podemos olvidar las tardes angustiosas al ver que un ser querido no llegaba casa, las noches negras por bombas puestas en las torres de alta tensión, los ruidos estruendosos de los grupos electrónicos, por aquello, que ellos creían justo hacer, que sus voces fueran escuchadas.
No podemos olvidar aquellas noches de miedo y pánico, mientras inocentemente entrabas a escuchar tu clase en la universidad y por cosas del destino, ella era tomada por algún grupo guerrillero, salir arrastrándote para que ninguna bala te llegara al cuerpo, tragarte el miedo y ver por tu vida sin mirar atrás. No es posible quitar esa imagen de nuestros cerebros.
No podemos olvidar a decenas de personas que han desaparecido, que han muerto en batalla, por darle punto final a la guerra terrorista, a una guerra mal sana. Muchos muertos, muchos heridos, muchos miedos, muchas familias destrozadas.
No podemos olvidar a la señora María Elena Moyano, que en 1992 fue asesinada en Lima, por un comando de aniquilamiento del grupo terrorista Sendero Luminoso, ella se alzó contra el terror de este grupo, por la lucha contra la pobreza y por la defensa de los derechos humanos, defensora de los derechos de la mujer, defensora de su Villa El Salvador, para que tuvieran agua, luz, escuelas, etc., fuera diferente. ¡Quién los entiende! Si luchaban por el pueblo… ¿Por qué asesinarla? Si daba todo a su pueblo querido, se ensañaron con ella, con una mujer con garra y empuje, al punto de hacer desaparecer su cuerpo destrozándolo por completo.
No señores, no podemos olvidar el daño moral que produjo el terrorismo en nuestro país, no podemos olvidar, los coches bombas, las cartas bombas, los paquetes bombas, las mochilas bombas.
No podemos olvidar todos aquellos actos de violencias cometidos por aquellos grupos terroristas, con su forma de pensar, incitaron a otros a matar y cometer actos vandálicos contra otros seres humanos, por su forma de sentir, de pensar, de creer.
¿Sería lo correcto? No…no creo, no fue lo correcto. Ensañarse de esa manera con grupos sociales que menos culpa tuvo, miles de campesinos muertos y desaparecidos por sus actos. ¿Cuánto cuesta la vida humana? No puedo decirlo, no tiene precio, es invalorable, si pudiera, tendríamos una etiqueta en la nuca, no podemos odiar a las personas que con esfuerzo han hecho que sus vidas sean más llevaderas, no podemos vivir con odios ni rencores. ¿Cuánto cuesta un arma? Esto sí tiene un precio demostrable ¿cuánto más daño debemos soportar?
No debemos de olvidar nunca a los muertos de Uchuraccay , (1983) un caso que aún duele, senderistas y militares tuvieron culpa, demostrado. El atentado en Tarata en 1993 y muchos más que no quiero ni deseo recordar, pero estarán en la memoria de cada uno de los peruanos.
Deseamos justicia para todos. Somos un pueblo con una historia y pasado glorioso, un país lleno de riquezas. ¡No le demos la espalda!
"En el Perú, los terroristas de los dos bandos revolucionarios mataron aproximadamente 25000 inocentes, y causaron pérdidas al país por 20 mil millones de dólares. Nos atrevemos a hacer un listado de víctimas por categorías y las justificaciones de los asesinos para su acción:
• Policías en servicio, para robarles sus armas. Principalmente solitarios e indefensos policías de tránsito, blancos fáciles.
• Alcaldes, regidores y autoridades locales de ciudades, pueblos, etc. porque representaban la presencia del estado en las zonas "liberadas".
• Asesinatos selectivos, personalidades del gobierno, oficiales de alta graduación, personajes de la alta sociedad (después de secuestrarlos, torturarlos y cobrar rescate por ellos), con gran despliegue de medios. Marketing que le dicen.
• Profesores y estudiantes universitarios que se oponían al copamiento de los cargos dirigenciales estudiantiles por dirigentes terroristas.
• Sindicalistas por la misma razón.
• Dirigentes populares en barrios pobres de Lima y otras ciudades, por oponerse y señalar a los líderes terroristas.
• Terroristas claudicantes, por lo menos aquellos que no alcanzaron a refugiarse en países europeos.
• Militares y policías destacados en la zona de emergencia, y sus familias.
• Ingenieros nacionales y extranjeros, cuando viajaban a trabajar a zonas alejadas, porque representaban el falso progreso del "viejo estado fascista y corporativo".
• Ecologistas, nunca supimos por qué.
• Mineros, empresarios mineros e ingenieros de minas, con el fin de robarles dinamita.
• Campesinos indefensos, acusados de colaborar con las fuerzas del orden, porque rechazaban la ideología maoista, o porque se negaban a mantener la economía de subsistencia a la que los terroristas los obligaban, en su afán de estrangular a las ciudades o "cercar las ciudades desde el campo" como rezaba el manual maoísta.
• Homosexuales, prostitutas y delincuentes menores de los pueblos tomados, para aparentar la imagen de moralistas y tratar de ganarse a la población, cosa que nunca lograron.
• Terroristas del bando opuesto. Realmente se odiaban entre ellos. Por si no los recuerdan los dos bandos eran Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru.

No más terrorismo, no más miedos.