La llegada de Marie

A puertas de terminar este año, que por supuesto, vino cargado de cosas buenas y cosas que nos han hecho sufrir, llegó a mi puerta Marie, la miré y me puse a autoanalizarme, haciéndome ciertas preguntas.
¿Qué puedo hacer, que ya no esté hecho?
¿Qué puedo mejorar para salir de mi propia crisis existencial?
¿Qué puedo hacer para que mi vida sea distinta?
¿Qué puedo hacer para no llorar?
¿Qué puedo...?
Y así me paso los días que faltan por terminar este año, haciendo un sin fin de preguntas, que nadie por supuesto podrá contestar.

Este año, fue bueno, terminé de escribir mi novela y otros cuentos más, la idea de inscribirla en la propiedad intelectual me fascinó, pero, estamos en el país de las maravillas, maravillosas, en donde el rico ceviche se escribe con uve o con b, donde se come el fabuloso tacu-tacu acompañado de una Inca kola bien helada. Sí, nuestra por siempre.
Como siempre desviando la atención en la rica comida, volvamos a lo que quería transmitir.

Ayer tuve una visita esperada, una visita agradable, en la que puedo decir que salí reconfortada y algo aliviada, tuve en frente mío a Marie cuando tenía 18 abriles, hermosa, fresca, lozana, pero confundida y vacía de entendimientos.

La vida se hace de muchas cosas que debemos saber discernir, comprender y aclarar. Nuestros compañeros de juergas, son eso, compañeros de noches estrelladas, de tragos amargos, de despertares ilusos. Hoy vi una mujer que entendió el porqué de su vida(al menos eso vi), vino buscando respuestas, cansada de su soledad, cansada de sentirse usada, cansada de un amor que ni siquiera culminar pudo y aún ilusiona. Un amor que en realidad no sirve, ya que es insano y enfermo.

¡Esos ojos llenos de brillos y música no los dejes ir!

La vida a los 18 es plena, me pongo analizar y me duele pensar que muchos la desperdician, la estropean, la malgastan y despilfarran. Momentos, muchos en la vida.

Para ti, paloma del cielo, que viniste a reposar en mi ventana, sigue volando alto. Sueña despierta y cuando dejes de soñar, cuenta conmigo ¡Paloma valiente!

Decidiste seguir viviendo, haciendo una pausa, retrocediendo para recomenzar de nuevo. Hoy 18 de diciembre, casi vaticinado, faltando apenas 13 días para que termine nuestro calvario, siente en mis brazos el cobijo que te dan mis palabras.

Saliste de un trance victoriosa, tu vida tiene sentido entre el escondite de tus escritos y así llena de brillos regresarás a mi nido para proporcionarte mi calor desinteresado.
Niña que fuiste, hoy mujer guerrera, sal adelante pensando en lo que escribiste aquella tarde de lágrimas y risas, en la que guardo con cariño aquellas líneas que plasmaste.

Iré tachando cada pedido, esperando no ser defraudada, cuando vea cada logro en mi guarida.
Para ti feliz año, para ti...otra personita más, están dedicadas estas líneas.
Valiente andando, escribiendo y gozando. Vive pensando que hay quién necesita de tu soñar.