miércoles, 12 de diciembre de 2012

Lugar que sobrevivirá al fin del mundo.

Los seguidores de la «New Age» creen que allí viven alienígenas dentro de una nave espacial que el 21 de diciembre emergerán para salvarlos del apocalipsis maya

El 21 de diciembre de 2012 será el fin del mundo. Como si la Tierra fuese un producto de supermercado más con fecha de caducidad. Será entonces cuando un grupo de alienígenas que habita en el pico de Bugarach —en un pueblo homónimo, al sur de Francia y de menos de 200 habitantes— emergerá, y con su nave espacial, despegará hacia otro planeta, llevándose con ellos a todos los humanos que estén en la zona.
Parece el argumento de una película de ciencia ficción, quizá, incluso, la precuela de Alien. Pero no. Es lo que los seguidores de la «New Age» creen que pasará en 10 días, el día en que llegará el tan anunciado apocalipsis.
El enigma del pico de Bugarach, el único lugar que sobrevivirá al fin del mundo
Pico de Bugarach
Por ello, la diminuta localidad de Bugarach está multiplicando su población de manera apabullante. Ya desde junio de 2011, mucha gente comenzó a reservar habitaciones en hoteles en previsión de ser salvados por los extraterrestres.
El alcalde del pueblo, Jean-Pierre Delord, ya declaró entonces que no daban abasto. «Llaman para pedir una habitación y reservas de alimento para diciembre de 2012. Un año y medio después, el lugar se ha convertido en lugar de peregrinación, sino para aquellos que señalan el misterioso peñasco de 1.230 metros de altura como un garaje de ovnis o la puerta a otra civilización.

Prohibido salvarse del apocalipsis

Al parecer, mientras uno tratan de sobrevivir a ser arrojados a la basura universal en cuanto se cumpla la fecha de caducidad, el pueblo sí vive un infierno, ya que temen que ese día haya suicidios colectivos o rituales esotéricos.
Por ello, las autoridades francesas han decidido prohibir el acceso a la enigmática montaña. Los fervorosos creyentes ya se han mostrado en contra de la medida subiendo  vídeos  en los que arremeten contra la localidad: «Es evidente que no quieren que se salve nadie», escribe uno de ellos.
 Muchos vendenpiedras de la montaña, que son supuestamente mágicas, por internet a un precio que oscila entre el euro y medio y los casi 3.000 euros, según se comenta en algunos foros. Los hay que incluso por un módico precio prometen hacer llegar el testamento del cliente a Bugarach para que pueda ser leído por los supervivientes.
N. L. TRUJILLOTRANSNOEMI / MADRID