jueves, 8 de julio de 2010

Niños huéfanos de padres Vivos.


Se han preguntado alguna vez ¿qué se siente ser huérfano de padres vivos? Es una pregunta curiosa y casi salida de una película de ficción pero tan real como el respirar

Hay Hijos que darían lo que fuera por tener a sus padres vivos, con salud cerca de ellos. Darían la vida por verlos una vez más, sentir una caricia de sus manos. Se fueron un buen día para no volver más. FALLECIERON.Padres muertos no volverán jamás, pero hoy no hablaremos de la muerte si no de padres que están muertos en vida. ¿Por qué los llamamos así? Simple, son padres que decidieron por libre elección sepultarse ellos solos sin un respectivo funeral ni sepelio. Decidierón no ser padres. Motivos muchos, uno de ellos la falta de madurez para poder enfrentar los problemas que nos pone la propia vida en cada momento, falta de agallas o falta de PANTALONES.



Conozco Muchos chicos que saben que tienen un padre que está vivo pero muerto a la vez, decimos muerto porque su despreocupación hacia ellos es tanta, que no les importan si viven, si duermen, si comen o se enferman. Sí escogiste ser padre, afronta la responsabilidad que conlleva esa tarea, es dulce por momentos, preocupante y hasta piensas que no lo haces bien porque te llevan a circunstancias inverosímilis los chicos, que luego te llenan de felicidad al término del día cuando los ves en cama descansando de un largo día.


Lo que sucede es que no desean enfrentar el proyecto de ser padres.


Ser padre significa muchas cosas, no es sólo trabajar duro para que nada les falte a nuestros hijos, es mucho más que eso, es preocuparse por sus cosas, escuchar sus preguntas e interactuar con ellos en sus juegos, enojos y tristezas. Ser padre es tratar que nuestros hijos comprendan el trabajo que cuesta ser cada día mejor, inculcándoles metas a nuestros pequeños, inculcando el amor a la vida, al hermano, enseñarles el valor de la amistad y la lealtad, ser padre encierra muchas cosas. Que pena da aquellos padres que se pierden lo mejor de los hijos su niñez, porque es el momento en donde aprender a ser personas, aprender a hablar, a caminar, ir al baño, es donde ellos derraman toda esa racha de amor incontenible. De adolescentes, se enfrascan más en su mundo pero ahí nos daremos cuenta que tanto aprendieron de uno y de adultos nos darán mayores alegrías y tristezas, pero de eso se trata el ser padres.


Yo tengo una encrucijada, cada vez que llega el día del padre, tengo un par de amigos que son padres vivos pero muertos, mi encrucijada es: sí felicitarlos o no. Llego después de un gran debate en mi cabeza en no saludarlos, porque padres no son. Ser padre no significa tirar millones de espermas para ver cual llega y engendra un lindo bebé.


Hay Padres vivos/muertos que se dedican a criar hijos ajenos. Suena irónico pero así es.

Tratan de esa manera enmendar sus errores, su falta de desamor, de cuidados y entrega, cuidando hijo de otros y no lo suyos propios. Es más fácil querer alguien que no lleva tu propia sangre, porque no hay más compromiso que dar un poco de cuidado sin presiones.


Si tienes un hijo, cuídalo, protégelo, ámalo, NO LO ABANDONES. La vida no da vuelta atrás. Este es un viaje sin retorno, no echemos la culpa a otras personas por lo que dejas de hacer con tu propia sangre.


Los hijos son nuestro legada a este mundo, lleno de cosas buenas y malas, depende de nosotros que ellos se sientan queridos, respetados, admirados y cuidados. Depende de nosotros que el futuro que estamos construyendo en sus cerebros sea el mejor, lo llamo así por no repetir los sentimientos y enseñanzas que les inculcamos. Estamos construyendo una persona, que deseamos que sea la mejor del mundo. Dios quiera y la tarea nos salga bien, con nuestro esfuerzo y dedicación. Bueno con alguna imperfección pero que al menos nos saquemos 18 de nota.

Enmienda tus errores, busca a tus hijos,

gánete su amor con confianza, cariño.

Mañana será demasiado tarde.

Lic. Mónica Pozzi-Escot.