Si vemos atrás, el Perú fue siempre un país de garra, con ansias de salir del lugar mediocre en que los diferentes gobiernos se encargaron de situarlo
Si vemos atrás, el Perú fue siempre un país de garra, con ansias de salir del lugar mediocre en que los diferentes gobiernos se encargaron de situarlo.
El peruano promedio no tiene amor por su tierra, hay que decir las cosas como se ven y se sienten, la mayoría de peruanos solo sueñan con la visa para lograr sus anhelados, sus sueños frustrados por la crastante forma de gobernar de todos aquellos que están en el poder, de aquellos que sólo entran para llenar sus arcas y no la del pueblo.
El peruano promedio sólo quiere salir corriendo de aquí, en las escuelas solo enseñan, números y más números no dejan pensar a la juventud de hoy que se ve atiborrada de trabajo propio de un universitario.
El peruano ya no grita, se acaba su voz de protesta, son muy pocos los que salen a pedir, por miedo.
Nuestro país se ha visto envuelto entre tanto corrupto que salió huyendo sin olvidar si quiera un centavo, entre tanto congresista que sólo están ocupando una curul sin saber leer ni escribir, congresistas que no se preocupan de nada solamente de verse bien. Como aquella que le gusta que le laven los pies u otros que se dedican a matar perros de forma sanguinaria. Con la cantidad de congresistas que tenemos, deberíamos tener mayores leyes o mejores propuestas para que nuestro país sea diferente.
Seguimos alimentando la idea de la clase dominante, de que sigan creciendo ellos y sólo ellos, pero la clase populosa..
El Perú ha cambiado, pero no para el bien de tanto peruano que anda por las calles tratando de llevarse un pan a la boca. Nuestro país está avanzando, nuestro sol cada día está más fuerte, pero aún no vemos nada en concreto. La gasolina y el gas suben por ende los productos de primera necesidad también lo hacen.
¡Pisco aún anda en ruinas señores! Tanto dinero recolectado, enviado por muchos países hermanos y por muchos peruanos de fuera y de dentro del país, conciertos en benéficos, con el fin de construir una nueva ciudad de Pisco, pero nada de nada, aún andan en escombros como si recién hubiera caído una bomba o hubiera habido un cataclismo. Pero las arcas de sus autoridades deben estar llenas sin importarles que los más necesitados lo estén pasando mal. ¿De quién es el problema? El gobierno Central, el Gobierno Regional. Todos se echan la pelota. ¿Quién tendrá la culpa? Ya sé, el ratón Pérez se llevo el dinero por tanto diente roto.
¡Qué pasó con sus ideas Señor García! Ahora, usted sigue las ideas de los partidos de la derecha que antiguamente señalaba con el dedo. Seguimos alimentando la idea de la clase dominante, de que sigan creciendo ellos y sólo ellos, pero la clase populosa se viene cada día destruyendo aún más.
Nuestro país se ha visto envuelto entre tanto corrupto que salió huyendo sin olvidar si quiera un centavo
Es bueno que empresas extranjeras inviertan en nuestro país. ¡Pero señores, ayudemos primero a los nuestros! No cuesta mucho.
Si deseas abrir una empresa, es todo un problema, saltando baches y más baches lo consigues, pero sigues presa de tanto impuesto. El sistema es bueno (lo que no es bueno es el tropel de burócratas que tenemos en los organismos públicos, que cada día ensanchan más sus estómagos sin saber de que se trata su trabajo, tarjeta manda para la colocación de nuevos empleados) de ahí sale el dinero para que nuestro país crezca, pero señores es posible que pequeñas empresas deban dar manotazos de ahogados mientras que las grandes se dan el lujo de pagar menos impuestos con el so pretexto de que hacen donaciones para los niños de aldeas infantiles. Donaciones que salen de cada uno de los peruanos. No es malo donar. Si desea donar comience desde hoy, tome su chanchito de yeso y pónga durante los 364 días todo el sencillo que no va a donar y el último día del año pues rómpalo y cuente cuanto dinero ha guardado para donar, descuéntela de sus impuestos y gire usted mismo su cheque.
Hoy no hay derecha ni izquierda, hoy hay otras inquietudes y deseos en los peruanos, hagamos votos de conciencia y pensemos por un instante en nuestro país que tanta falta le hacemos.
Falta poco para las elecciones municipales que mas que elecciones va parecer el circo de Pekín, a ver cual se cuelga mejor y hace la mejor mueca. ¿Seguiremos en lo mismo?
Jaime Bayly es la voz, escucho a muchos por ahí decir, no tiene nada de raro, si nosotros los peruanos votamos por cosas extrañas.
¿Recuerdan cuando Susi Díaz llegó al congreso? Muchos le dieron su voto solo por ver que estupidez se le iba a ocurrir a la doña. Ahora tenemos a Lurdes Flores que la pobre se la ha pasado intentando llegar al poder por años y hasta hoy nada le ha ligado. Alexito Kouri, que sin faltar a la verdad hizo varias cosas interesantes en su provincia, pero su famosa vía expresa de un kilómetro lo trae de cabeza. ¿Qué otros candidatos hay? Hay muchos más pero ni los conozco ni me interesan, sólo deseo que salga la razón y no el escándalo.
Nuestro país, es grande pero aveces extraño, en vez de votar con la conciencia votamos por la ridiculez.
Pensemos un minuto, dejemos atrás las marcas impuestas por Fujimori de Corruptos y mal vivientes. ¡Dejemos de hacer experimentos con nuestra nación!Si Pachacutec volviera a nacer moriría de inmediato por los virus de la codicia del que más puede. Ya imagino a Jaimito Bayly, es muy bueno en lo que hace, bueno como conductor y escritor, lo segundo aún lo pongo en duda; no salgo de la primera hoja de su primer libro; pero como presidente sinceramente no lo veo. Seguro que sugeriría pagar nuestra deuda externa con la hoja de coca ayudados por el narcotráfico. A él se le permite todo y le pagan por decir lo que le sale de los cojones. Vamos saquemos la garra de una buena vez como las chicas del voley que ellas si nos dan triunfos y glorias.
Dejemos señores de hacer lo que les sale de las mentes casi enfermas y propóngan hacer algo por nuestro país, unámos es hora de decir presente y agarrarse bien los pantalones y las medias.
Es hora de enseñar a querer, respetar y amar más a nuestro país, es hora de enseñarnos a que los peruanos somos primero. Enseñémonos a respetarnos y a tener más noción de lo que es amor al país que los vio nacer y velas por un mejor futuro.
El perú no tiene pinta de suicida, pero aveces parecemos que si queremos suicidarnos en masa, cuando se trata de elegir pensemos con la cabeza y la razón.
Lic. Mónica Pozzi-Escot.
